Ocio, voladas, fetichismos freak como la obsesión por cierto tipo de estornudos (eso es freak :S) y demases especias dignas de tipear. Si lees algo de lo que esta aquí, deja tu post.

12.8.06

Estudio sociológico: El impacto de los botones en la realidad Chilena y la volá y la volá.


¡¡¡Que rabia man!!! ¡¡¡me siento como un ¬%$&*"@ muñequito de trapo cada vez que me pasa esta *#@ y me percato de lo pavo que puedo llegar a ser!!!

La frustración de haber caido nuevamente en las sarcásticas garras de este conjunto de bazofias, estupideces, estamentos reglamentados y plastas varias que hacemos llamar "Cosas que pasan solo en Chile", me generan la imperante obligación de formalizar por escrito la siguiente barbaridad, de la cual obviamente, no he sido, y no seré, la única víctima (solo gracias a que no soy el único, mi autoestima sigue intacta). Me refiero a nada más ni nada menos que al dichoso "Para cruzar, pulse el botón verde" de los semáforos.


Haber, sobre este botoncito, existen una serie de innegables y dogmáticas verdades fundamentales, quien diga que no son ciertas, no merece llamarse Chileno ni almorzar una docena de empanadas para fiestas patrias, he dicho:

Verdad 1: No funcionan.

Verdad 2: Sabemos por experiencia que NO FUNCIONAN.

Verdad 3: Lo apretamos a pesar de que sabemos que NO FUNCIONA.

Verdad 4: Antes de apretarlo, nuestra voz interna nos dice "NO VA A FUNCIONAR", pero aún asi y todo, lo apretamos.

Verdad 5: Siempre, y siempre y por los siglos de los siglos, vamos a guardar la ciega esperanza de que va a llegar el glorioso día en que vamos a apretar el "botoncito verde", e inmediatamente se detendrá el tráfico de automóviles. Cruzaremos felices como cabras chicas gritonas el paso cebra y seremos la envidia de los tios micreros y los tios colectiveros.

Verdad 6: Siempre va a existir ese mermeleja que no puede perder, ese fenómeno de la naturaleza que se dió vuelta el Super Mario 1, ese pastel al que siempre la porotada le sale premiada con "N + 1" trozos de longaniza... etc. Ese que salta diciendo:

.-"no man, estás mal, resulta que en la avenida cerca de donde yo vivo, tengo que cruzar todos los dias frente a un semáforo con botón, y la única forma de parar a los autos es apretándolo, así que yo te puedo decir por experiencia, que siempre me han funcionado".

.- "viejo, bob simplemente no cachai, esto es para todos, menos para ti, asi que, toma tu afortunado poto entre tus 2 gloriosas manos, ¡¡Y ANDATE *¿#$¬ ! |@·*+ Ạ۲™ √®!! Frente a este fenómeno de la naturaleza, ya agotaremos un par de palabras más adelante en otra edición.

Si el fin de este artefacto sociópata no es facilitar el cruce de la calle, entonces ¿cual es?. Esta pregunta me obligó a realizar un profundo estudio ahondado profundamente en la hondonada de este asunto (sep, muy muy hondo y oscuro), y lo que descubrí, no es para nada facil de tragar, asi que usted señora, usted señor; si sufre de hipertensión, diabetes, insomnio, pantofobia, juaNetters, picazón de uña o síndrome del Opac, favor detenga ahora mismo la lectura de esta bazofia, por que lo que se postulará a continuación, será una de las verdades más reveladoras que usted a escuchado nunca sobre la condición del "Ser Chileno".


Ok ¿listos?, el Chileno promedio sufre de un trastorno obseso-compulsivo en un *96,4% de los casos estudiados (*desviación standard de un 99,9% ), osea, nos excitan los botones, nos fascinan los botones, babeamos frente a esos hermosos, coloridos, redondos, cuadrados, planos texturados y brillantes botones, nuestro inconciente nos manda "aprieta güevón APRIETA" (¿se les hizo agua la boca cierto? a mi también XD ). Suena muy idiota, enfermizo, y es normal que sientan eso, después de todo, esta conducta es una temática tabú en Chile, una vergüenza a nivel nacional, por lo mismo no la recordamos, la reprimimos, ya no sentimos el mismo placer de antes frente a este hermoso invento de los Dioses, pero aún asi somos unos malditos oligofrénicos por los botones. Se que ustedes no lo van a reconocer de duras a primeras, por consiguiente, le tenimo evidencia irrefutable de esto, evidencia que les abrirá los ojos a esta nueva forma de ver el mundo... y la volá y la volá:

Evidencia 1: El ring-ring-raja. Somos campeones mundiales del ring-ring-raja, no hay persona, niño, niña, joven, anciano, anarquista, punki, cura, paco, abstemio, camboyana, vietnamita, militar, promotor del Apache o vendedor de chocopandas que se haya resistido alguna vez a la imperante necesidad de perturbar a ese plácido botón de timbre, el ansia de apretar no discrimina sexo, raza ni desorientación religiosa, ese botón de timbre (en el pórtico de la casa de la vieja esa que una vez te salió persiguiendo 10 cuadras con 2 enormes perros negros que amenazaban banquetearse bruscamente tu hermoso POTO) nos ha tentado a todos por igual, PECADORES PECADORES.

Evidencia 2: Las llaves de los baños que funcionan apretando el botón. Estas inmundas llaves han sido foco de millones de encrestadas en todo el orbe. ¿Alguien ha alcanzado a terminar de lavarse las manos con apretar el botón solo una vez?, ven, por eso la gente se encresta, no alcanzas a bajar las manos cuando el flujo de agua ya cesó, y tienes que, obligadamente y de malas ganas, apretarlas de nuevo. Pero en Chile, y enfatizo, SOLO EN CHILE, este fenómeno se da al revés; de la boca para afuera nos encrestamos como todo el mundo, pero a nivel del inconciente, se experimentan placeres orgásmicos posibles de igualarse solo en el Nirvana. Prueba de esto, es que rara vez nos secamos las manos al salir de estos baños, puesto que así retenemos por más tiempo el recuerdo de aquella exquisita experiencia.

Evidencia 3: Cada vez que subimos a un ascensor, se nos pasa subitamente por la cabeza la pregunta "¿que pasará si apreto todos los botones?" idea que se descarta inmediatamente puesto que "no esta bien visto socialmente". Pero ¿que pasaría si no tuviésemos el peso de las presiones sociales sobre nuestro hombros? respuesta: Orgasmos múltiples de tipo inconciente para todos, lo que llevaría inevitablemente, y para el mejor de los bienes, a una enorme mejora en el estado de ánimo de todos los Chilenos, ¡VERÁS A LA TÍA DEL CASINO SONREIR VIEJO! cosa increible.

Evidencia 4: El zapping, el deporte internacionalmente aceptado de "apretar-el-botón-del-control-remoto-compulsivamente-sin-buscar-nada-en-especial-
a-no-ser-que-sea-porno" es una de las actividades más realizadas por el promedio chileno, muy desestresante por lo demás, y altamente recomendada puesto que quema hasta más de 2 Calorias por hora, MUCHO MÁS EFECTIVO QUE LA NOVEDOSA BABA DE CARACOL.

Podría seguir postulando más evidencia que respalde este peculiar hecho que nos atañe a todos los Chilenos, pero creo que con esto basta para clarificar que, aparte de que somos Obsesos-compulsivos, los botones de los semáforos no están malos, sinó que cumplen perfectamente la función para la cual fueron diseñados, hacer feliz al Chileno promedio, al menos a nivel de ese inconciente que quedó medio freakeadamente truncado de tanto ver Cine premium y Xica da Silva.

Las verdades ya están dichas, y ya son capaces de visualizar cuales serían los beneficios beneficiosos de tan "saludable" conducta, micreros más felices, tías del casino más sonrientes, pruebas menos peludas, flytes menos hediondos, pacos menos agressor y anarcos más hippies. Ahora de ustedes depende, seriamos el país más fructifero y feliz del mundo puesto que ya sabemos cual es la solución a nuestra amargura.

Conclusión: SONRIE PASTEL, no eres el único que fantasea frente a semejante hermosura de botón.

 
ecoestadistica.com